domingo, octubre 21, 2007

SE REQUIERE IMPLEMENTAR UN INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES ELECTROMECANICAS

Ing Wilfredo Botto S. 1986-2007
Director de ELECIN y CEA


Ricardo Lagos (ex presidente de Chile) en su intervención en el Congreso Minero desarrollado en Arequipa el presente año (2007) dijo “Ese va a ser el mundo del siglo XXI, o somos capaces de avanzar con nuestras nuestra ciencia, nuestra tecnología, con nuestras patentes, o vamos a continuar comprando patentes en el mundo exterior y pagando royalties por ellas”

Por otro lado según opina Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001, “los gobiernos de los países en desarrollo deben fomentar la investigación, mientras que el mercado tiene que poner en práctica sus aplicaciones”

Cito a estos dos insignes extranjeros pues lamentablemente no encuentro ejemplos entre nuestros políticos o economistas a quienes poder citar para los fines de este artículo.

La Situación del desarrollo tecnológico en el país en el sector de la Industria Electromecánica .

El desarrollo de la tecnología en general y la del sector de Industria Electromecánica en particular en nuestro país, si bien ha dado los primeros pasos, lo que es importante, es todavía incipiente. La distancia frente a otros países, no necesariamente desarrollados se aprecia en toda su magnitud cuando se visita alguna exposición, especializada en este campo, en países vecinos como Brasil o Argentina

¿Por qué nuestro país está lejos y se ha quedado detenido tecnológicamente de aquellos en este importante sector?. Se han dado muchas explicaciones y justificaciones; una muy acertada es que nuestra Industria electromecánica no se ha desarrollado ni se desarrollará mientras no sea competitiva internacionalmente; por otro lado, nuestra industria no es ni será competitiva mientras no ofrezca productos con calidad compro y a precio razonable.

Otro factor en contra es la notable desidia de nuestros gobernantes para incentivar la investigación tecnológica en nuestro país, orientando generalmente sus políticas económicas al facilismo de la explotación de nuestros recursos naturales, sin preocuparse por actuar pro activamente para el establecimiento de empresas que le den valor agregado.

La calidad, sinónimo de competitividad

La fabricación de aparatos electromecánicos debe, necesariamente, sujetarse a Normas Internacionales para su aceptación en el mercado local y del exterior. Dichas normas definen ciertas características que deben ser satisfechas para lo cual es imprescindible someter a los productos a determinadas pruebas de calidad, tanto de rutina como de prototipo.

El sometimiento de nuestra industria a las exigencias de las Normas Internacionales, lo que se deriva de un adecuado control de calidad, le permitirá ser competitiva tecnológicamente.

Adicionalmente, y esto es muy importante, un adecuado control de calidad durante el desarrollo y pruebas del prototipo, permitirán al fabricante situar sus costos en un nivel eficiente. Es sobradamente conocido que, a falta de recursos tecnológicos, se tiende a sobre-dimensionar, elevándose los costos innecesariamente y por ende perdiéndose competitividad en el precio final del producto.

Control de Calidad de rutina y de prototipo

Durante el proceso de fabricación de un aparato electromecánico, tales como transformadores de distribución y de potencia, celdas de media tensión, cables de energía, seccionadores de todo tipo, etc, que son fabricados en nuestro país, se debe cumplir rigurosamente un control de calidad denominado “de rutina”. Al término de la fabricación se levanta un “Protocolo de Pruebas” que certifica que el aparato satisface las características nominales “esenciales”. Estas pruebas “de rutina” son efectuadas por los fabricantes en sus propias instalaciones.

Existen otras pruebas denominadas “de prototipo” que se realizan generalmente cuando:

a) El suministro comprende muchas unidades y el comprador exige la prueba de una o algunas muestras.

b) Cuando el comprador exige la prueba por tratarse de una unidad importante.

c) Cuando el fabricante somete a pruebas sus productos estandarizados o prototipos para comprobar la eficiencia de su diseño y cumplimiento de las normas.

Cierto tipo de pruebas de prototipo son de carácter destructivo. Tal es el caso de las PRUEBAS DE ARCO INTERNO a que son sometidas ciertas Celdas de Potencia de Media Tensión que, desde hace unos 10 años, se han generalizado entre las empresas distribuidores de energía eléctrica. Durante la ejecución de este ensayo se provoca un corto circuito en el interior de la celda bajo prueba, lo que le causa daños debido a las elevadas temperaturas y sobre presiones que se originan. Algunas pruebas de prototipo pueden ser realizadas en nuestro país pero con limitaciones. Sin embargo, dichas pruebas son extremadamente importantes para definir certeramente las características y garantía del producto.


La Necesidad de un Instituto Nacional de Investigaciones Electromecánicas.

Nuestro país por su variada geografía es un laboratorio natural. Aquí tenemos prácticamente todos los climas del planeta, desde los tórridos arenales a lo largo de la costa, los páramos de la Cordillera de los Andes a más de 5000 msnm hasta los climas de la selva tropical. Dadas estas características, nuestros ingenieros han acumulado mucha experiencia de aplicación de equipos electromecánicos en todos estos ámbitos, pero es una experiencia desordenada, no clasificada debidamente de manera que sólo se aplican las Normas Internacionales que muchas veces no alcanzan a cubrir todas exigencias que aquí conocemos.

Requerimos entonces ordenar toda la experiencia dispersa, investigar aplicaciones, desarrollar aparatos electromecánicos a la medida de nuestras necesidades y seguramente también de otras latitudes exportando de esta manera productos con alto valor tecnológico agregado.

¿Y por qué cada fábrica instalada localmente no invierte en desarrollo tecnológico alineándose con aquel criterio neo liberal en boga que dice que cada quien debe “bailar con su propio pañuelo” sin la intervención “distorsionadora” del Estado?. La respuesta es simple: porque se requiere de una inversión inaccesible tanto para nuestras empresas como para cualquier otra del exterior, salvo que se trate de algunas de nivel mundial, que son contadas. Sin embargo, las empresas del exterior cuentan, en sus respectivos países, con instituciones que brindan estos servicios como es el caso de la CEPEL en el Brasil, CESI de Italia, LABEIN en España, etc., etc.

Por consiguiente, condición esencial para que nuestra Industria Electromecánica se desarrolle y sea competitiva, es la implementación, a corto plazo, de un INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES ELECTROMECANICAS, y esta entidad, sería muy rentable siempre que se mida la rentabilidad con la vara que se mide el desarrollo nacional pues serviría para que nuestros ingenieros y técnicos se sientan invitados a materializar sus proyectos con la confianza de contar con un ente de apoyo de la naturaleza propuesta.


El gran tren de la tecnología

Los chinos acaban de inaugurar una vía férrea entre Pekín y el Tibet cuyos rieles (¡¡de 4 mil Km, o sea casi como desde Lima a Caracas!!) van aparentemente hacia la nada (Creo que actualmente en el Tibet lo que más abunda son respetables monasterios). Este nuevo tren de los chinos (ya tienen una red impresionante), con toda seguridad rendirá grandes frutos pues a su paso se fundarán nuevas ciudades así como germinó y ahora florece Las Vegas y otras prósperas ciudades en el desierto de Mojave a la vera del tren construido con sangre y sudor entre las costas este y oeste de Estados Unidos, hace más de 100 años.

Pues bien, implementar un Instituto de Investigaciones Electromecánicas, con los equipos suficientes para incentivar la investigación, ¿no sería acaso herramienta de inmenso valor para el desarrollo?, no sería como tender los rieles del GRAN TREN para el desarrollo tecnológico?.

Financiamiento

Para estar a tono con nuestros gobernantes (que propugnan que todo debe ser rentable desde el punto de vista mercantilista, olvidándose de la rentabilidad social), voy a sugerir una forma de financiamiento para semejante proyecto

La inversión requerida para implementar el Instituto propuesto no es muy grande (estimo del orden de los 5 millones de dólares, ¡menos de lo que vale un solo avión de combate!), con un gasto anual reducido pues se requiere de un pequeño número de personal entre profesionales y personal para administrarlo (claro que será necesario elaborar un proyecto de factibilidad). Como la entidad estaría al servicio de las universidades y las empresas privadas del sector electromecánico y afines, todas estas pagarían una tarifa para realizar sus investigaciones. Por otra parte, todas las Pruebas Prototipo que demanden las empresas estatales para sus compras de productos electromecánicos, deberían realizarse obligatoriamente en este Instituto. Sumados los ingresos por los servicios prestados a las entidades públicas y privadas así como los indirectos obtenidos por el incremento de las exportaciones y reemplazo de importaciones de estos productos, estimo que un proyecto de la naturaleza propuesta se autofinanciaría en un tiempo razonable de años y sus beneficios, más allá de los mercantilistas, serían extraordinarios para el desarrollo tecnológico de nuestro país.

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NOTA: Artículo, publicado originalmente en la revista de la Asociación Electrotécnica Peruana en el año 1986, actualizado en septiembre 2007