viernes, mayo 14, 2010

A 30 AÑOS DE ESAN

CELEBRACION DE LOS 30 AÑOS DE EGRESADOS DE LA PROMOCION XVI DE ESAN

Discurso pronunciado por el MBA Ing Wilfredo Botto Sifuentes, en representación de la promoción

ESAN, 08 de abril de 2010
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Estimados amigos:

En primer lugar deseo manifestar mis felicitaciones a la Comisión organizadora de los eventos para conmemorar nuestro 30vo aniversario de egresados de ESAN y mis agradecimientos por darme la oportunidad de decirles algunas palabras esta noche para recordar este breve, pero muy importante segmento en nuestra línea del tiempo, de cada uno de nosotros, que fue el haber estado juntos en esta prestigiosa institución durante un año completo allá por el año 79 e inicios del 80.

Antes de continuar quiero expresar mi gran tristeza y debe ser la de todos los aquí presentes, por la desaparición prematura de algunos compañeros y profesores, pero cuyos espíritus seguro están en estos momentos entre nosotros.

Dicen que recordar es vivir.

Los recuerdos son como un cúmulo de data almacenada en algún lugar de nuestros seres. Cuando extraemos esta data podemos ordenarla de diferentes maneras, por ejemplo en orden cronológico, por sucesos importantes que han sido gravitantes en nuestras vidas, por logros profesionales, y por qué no, también por las desazones que nos impone la vida.

Los recuerdos emergen con mayor intensidad sobre todo cuando nos encontramos en el lugar de los hechos y, con mayor frecuencia, a veces en forma de sueños, cuando estos han originado importantes cambios en nuestras vidas y estos recuerdos se fortalecen cuando se intercambian experiencias con nuestros coetáneos o compañeros de aventuras.

En el caso que estamos viviendo hoy, de nuestro paso por ESAN, se cumplen estas dos últimas condiciones: nos encontramos en el lugar de los hechos, en esta aula, en estos pasillos y jardines, y sobre todo frente a varios de nuestros apreciados profesores y porque, en cuanto a mi corresponde, también representa un hito muy importante en mi vida, sobre todo en el ámbito profesional.

Considero tan importante haberme graduado como Magister en ESAN, y seguramente lo es para ustedes también en igual o similar medida, que mi vida profesional la puedo dividir en dos grandes etapas: ANTES DE ESAN Y DESPUES DE ESAN con un breve pero muy intenso año en ESAN.

Siguiendo este hilo voy a expresarles algunas palabras, claro y no podría ser de otra manera, restringidas a mi experiencia personal que dicho sea es atípica, pero que es la única que conozco; sin embargo podría ser equivalente a las experiencias de todos ustedes.

ANTES DE ESAN
Mi trayectoria profesional fue extensa pero también intensa. Esta etapa de mi vida profesional duró de 15 años.

Como todos los aquí presentes, antes de ESAN completamos los estudios de una profesión; en mi caso fue la de Ingeniero Mecánico Electricista en la UNI, estudios que termine allá por el lejano 1964, cuando la mayoría de ustedes seguramente todavía estaban cursando la primera etapa de su formación escolar. Desde esos años, década de los 60, es difícil que los recuerdos lleguen nítidos a mi mente. Los recuerdos, a mi entender, no son otra cosa que fenómenos electromagnéticos y como tales pueden torcerse, refractarse, reflejarse, etc. Sabemos que hasta la luz se tuerce frente a la fuerza de la gravedad o simplemente desaparece cuando fatalmente se enfrenta a algún agujero negro y allí desaparece: ese en los seres humanos es el mal de Alzeimer. Nuestros recuerdos son mucho más frágiles, salvo que hayan calado hondo en nuestro proceso vital.

No estoy seguro o tal vez sea un sueño pero creo que por esos años (60) no había problemas para encontrar empleo, pues los que estábamos ansiosos por trabajar encontramos sitio rápidamente y ya el 02 de enero del 65 estábamos ubicados. Acepté el desafío para trabajar a 4300 msnm en una empresa minera.

De esa etapa de mi vida, tres intensos años allá en las alturas, han quedado grabados en mi mente el valor y la perseverancia de los hombres que se desenvuelven en los socavones de las minas, en condiciones de extrema dificultad, desde los humildes obreros mineros hasta connotados profesionales. Allí ejercité a fondo los conocimientos aprendidos en la UNI.

Les prometo que esta intervención no va a durar más de 15 minutos así que no piensen que les voy a contar toda mi vida. Sólo deseo exponerles algunas facetas de mi experiencia profesional como seguramente será la de muchos de los aquí presentes.

En el año 1967 bajé nuevamente al nivel del mar contratado por una empresa transnacional establecida en nuestro país para fabricar maquinaria eléctrica.

Durante la etapa de los años 70 la industria nacional vivió sus años de esplendor por las políticas de industrialización que vivimos, política muy alabada por unos pero también rechazada por otros.

Por esos años, ya empezó a germinar en mi interior la ambición de adquirir nuevos conocimientos, sobre todo en el área de la mercadotecnia y administración y es así como hice varios cursos cortos, en lo que fue la ADV, San Marcos y también aquí en ESAN. Pero resultaban insuficientes o parciales de manera que a fines del 78, cuando ustedes, amigos de la promoción 16, también tenían iguales planes, ejecuté mi ambición que la tenía por ahí archivada: ingresar al curso de Magister de ESAN.

EL AÑO EN ESAN

He tratado de describir, a grandes trancos, mi antes de ESAN y cada uno de ustedes tiene su propia experiencia en este segmento . Ahora voy a dedicar algunas palabras a nuestro año en ESAN, desde abril de 1979 a marzo del 80.

El primero de abril de 1979, nos despedimos del mundo exterior para iniciar una de las etapas más intensas de nuestra trayectoria profesional. Para evitar divorcios prematuros de los que ya estábamos casados o rompimientos de noviazgos y otras cosas parecidas, la dirección de ESAN convocó a nuestras parejas para advertirles que nos íbamos a poner insoportables, durante un año completo. Fue una medida muy oportuna.

Desde las primeras clases experimentamos una especie de ósmosis del conocimiento administrativo. Pero una ósmosis en varios sentidos, no sólo en la dirección de profesores a alumnos sino también a la inversa y también entre los grupos de estudios así como entre los miembros del mismo grupo.

Ahora afloran a la superficie del mar de mis recuerdos las imágenes de nuestros apreciados profesores.

En esos años todavía no existían las PC y los informes había que escribirlos a pulso. Por mi parte desempolvé la Underwood que mis padres me regalaron cuando cursaba el colegio.

Todos los cursos dictados, unos 20, en las áreas de Administración, Economía, Finanzas y Mercadotecnica así como los de Estadística, Contabilidad, Costos, Comportamiento Oganizacional, Investigación de Operaciones y otros fueron de la más alta calidad y han sido las herramientas que nos han servido para nuestra actuación en el mundo real.

Como anécdota les recuerdo que a inicios de los 80 estaba de moda Ruben Blades, Cubillas todavía metía goles y el granítico Chumpitaz daba ejemplo de entrega por la blaquirroja.

Al término del año y más allá de los conocimientos teóricos y prácticos recibidos, habíamos acumulado una larga experiencia, comprimida en el tiempo a muy alta presión, reforzada por las decenas de casos empresariales, que nos esforzamos en resolver luego de muchas amanecidas.

Leímos muchas páginas de los gurús de la Administración, Economía y Mercadotecnia de la época, algunos de los cuales siguen vigentes y seguramente habrán nuevos exponentes, algunos de los cuales deben estar aquí presentes.

Durante ese año también nos impregnamos del temple, perseverancia, solidaridad, ética y nivel de excelencia que debe primar la vida de un dirigente empresarial, creando valor en todos los campos de las actividades económicas. Estos aspectos, en mi concepto fueron el mejor resultado de nuestro tránsito por esta prestigiosa institución.

Finalmente, los primeros días de abril de 1980, nos graduamos como Magister de ESAN; debo confesar que sentí un enorme orgullo llevar este título a mi casa y mostrarlo a mi esposa, a mi madre y a mis dos hijos a pesar de su cortísima edad.

DESPUES DE ESAN

Al término de ESAN nos encontramos, algunos de nosotros, con una bifurcación o tal vez con una encrucijada de caminos, si bien otros ya habían trazado sus proyectos con toda anticipación.
Ni bien egresados de ESAN, en los años 80 la economía empezó a descomponerse.

Si bien empezamos a ver televisión a colores, el ambiente económico se comenzó a tornar grisáceo para empeorar a límites extremos a fines de esa década.
Eran los tiempos en que para importar un bien de capital era obligatorio solicitar una LICENCIA PREVIA y gestionar DOLARES MUC (algo parecido a lo que actualmente está ocurriendo en un país en el norte de Sudamérica).

Dada la incontenible inflación de fines de los 80, para hacer negocios de bienes industriales o de ejecutar obras se inventaron las fórmulas polinómicas y existía un índice denominado INDICE DE PRECIOS AL CONSUMIDOR con parámetros que se actualizaban mensaualmente para aplicarlos en dichas fórmulas.

El entrono entonces no fue fácil y menos para quienes decidimos gestionar nuestras propias empresas, contra viento y marea.

Para rematar, el año pasado, 2009, el mundo desarrollado occidental entró en trompo pero dicen que no afectó mucho a nuestro país y que a partir de este año ya estamos salvados. Dios escuche estos buenos augurios.

Durante los primeros años después de ESAN, perdimos contacto pues cada uno de nosotros se dedicó de lleno a cumplir sus objetivos. Los primeros años, sólo un puñado de nosotros asistíamos puntualmente a las reuniones que siempre ha convocado anualmente ESAN y AGESAN. A los 20 años de egresados volvimos a ver algunas caras, ya un poco transformadas y ahora nos vemos nuevamente reunidos para celebrar, en este acogedor ambiente y ante algunos de nuestros profesores, los 30 años de egresados.

30 años son toda una vida, la más prolongada etapa vivida por cada uno de nosotros, la más productiva, en la cual hemos realizado nuestros anhelos, cumplido gran parte de nuestros objetivos. Todos, o casi todos son padres, algunos como yo somos abuelos. La vida es verdaderamente un recuerdo y para nosotros este recuerdo es maravilloso a pesar de todas la dificultades que hemos tenido que enfrentar. Ahora todos estamos atareados creando valor en cada una de las especialidades, la industrial, de servicios, gubernamental, institucional nacional e internacional y también en mundo académico de la docencia.

Ahora, en estos días, en nuestro país se ve luz al fondo del túnel y espero que no sea engañosa y que todo el sacrificio de estos últimos lustros, sacrificio del que hemos sido actores, rinda sus frutos para el bienestar general.

En el campo de la electricidad la energía tiene dos componentes: La energía ACTIVA y LA REACTIVA. La energía activa es la que se manifiesta en los ejes de los motores, la que mueve, la que enciende las lámparas (la que ilumina), es la fuerza, pero que también puede irse en pérdidas si es ineficiente. La energía reactiva es la que producen necesariamente los campos electromagnéticos para mover las máquinas pero que puede reducirse o eliminarse con algunos artificios. Existe gran similitud con la actividad empresarial. Nosotros brindamos la ENERGIA ACTIVA.

AGRADECIMIENTO

Para finalizar quiero expresar mi agradecimiento, nuestro agradecimiento, pues me honra ser portador del sentimiento de mis compañeros, a todos los profesores con quienes interactuamos durante nuestro año en ESAN
Finalmente deseo manifestar, como un extracto de mi experiencia, de nuestra experiencia en ESAN, estas palabras

“La excelencia de nuestros actos y obras no debe declinar nunca, tanto en el aspecto personal, profesional o empresarial”

Muchas gracias

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